Tras la paliza del viaje de venida ya estamos aquí, "veinte grados al norte". Ayer fue un día agotador y poco hicimos más que instalarnos y comprar básicamente comida ya que la nevera está vacía. Hoy todos duermen, mi cuerpo me ha dicho que con 8 hora y pico ya tengo bastante, la verdad hacía meses que no dormía tanto.
Hoy tocan papeleos administrativos, eso si cuando se levanten... aquí no se mueve ni una mosca.
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